Un modo de aliviar la ansiedad es morderse las uñas. Aunque tengas sensación de relajación las consecuencias pueden ser peligrosas para tus uñas y dientes.
Puedes quebrar tus uñas y sangrarlas. Tus dientes se desgastan y las uñas dejan de crecer saludables, se hacen heridas alrededor del dedo que te pueden doler. También causan infecciones bacterianas y hongos en la boca.
Los expertos aseguran que recuperarse de las consecuencias tarda hasta 9 meses. Para que esto no te pase te aconsejamos poner en práctica estos tips:
- La decisión es voluntaria, solo así arreglarás el problema.
- Analiza las causas y situaciones que te llevan a morderte las uñas.
- Haz una autocrítica del estado de tus dientes y uñas.
- Muerde un palillo, un chicle o un dulce.
- Prueba a ponerte esmaltes con sabores amargos en las uñas.
- Golpea suavemente cualquier superficie con las yemas de tus dedos.
- Visualiza tus uñas bien cuidadas, esto te dará confianza al momento de conocer personas y estrecharles la mano.
- Anota en un cuaderno tus avances.
Cuando hayas logrado dejar de comerte las uñas, es recomendable que busques un tratamiento adecuado para que tus uñas vuelvan a crecer sanas y de forma natural. Acude a profesionales de salones de belleza o manicuristas para que te asesoren en los tipos de tratamientos para uñas mordidas.
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